Contra todo pronóstico un dueto de Michigan logró revivir el blues-rock de garaje para su consumo masivo a nivel mundial a mediados de los 2000. Jack y Meg White se ganaron el corazón de muchos seguidores del rock crudo no sólo en Estados Unidos, sino también en el resto del mundo. Prueba de ello es que este disco haya sido lanzado primero en Alemania, luego en el resto de Europa y de último en su país.
Con las características melodías de guitarra bañadas con efectos de octavadores, fuzz y Whammys, Icky Thump no defrauda ni se queda corto en lo absoluto. El apoyo de Meg con bombo y platos a las reveladoras letras de Jack White resultan conocidas; pero nunca dejan de ser reconfortantes. Los White Stripes pudieron haber competido en los 70, sin los recursos de hoy, y seguramente igual hubieran llenado estadios.
Sus numerosas nominaciones a los Premios Grammy y su altísimo puntaje en sitios de peso como Metacritic, hacen de este disco un obligatorio dentro de la discografía de los norteamericanos. Las progresiones melódicas a lo largo de este viaje emulan el ambiente de las historias de carreteras estadounidenses, maligno como el deceso de una banda que no se ha dejado de extrañar.